martes, 25 de octubre de 2011
EL DIA DE DIFUNTOS
DE NUESTRA REDACCION. El culto a los muertos en Guatemala es hoy una mezcla de ritos paganos y cristianos. Así, mientras se piensa celebrar a todos los Santos Cristianos el 1 de noviembre, se baila rumbo al cementerio, se preparan comidas, se levantan altares con las fotos de los difuntos de la familia a los que se les prende velas y se les reza.
Noviembre es, para el Mundo Maya, el mes de los muertos. Se cree desde tiempos inmemoriales que en estas fechas se les permite abandonar el más allá y vagar unos cuantos días por el mundo. Buscan sus casas, a sus familias, sus tierras. Cuando las encuentran, se quedan a comer y a beber. Por ello a algunos platillos como el dulce de Jocote, Ayote o Chilacayote y a algunas bebidas se les llama cabeceras porque se comen y beben en la cabecera de la tumba, al lado de la lapida.
En algunos lugares esto se hace desde altas horas de la noche para compartir lo más que se pueda con los difuntos…También, los difuntos comparten regalos, anécdotas y, una vez satisfechos, regresan a su eterna morada. Volverán el próximo año, los días 1 y 2 de noviembre, en un permanente ciclo que mantiene unidas la vida y la muerte. Este retorno perpetuo es una creencia firmemente arraigada entre las diversas comunidades del Mundo Maya. Son pueblos acostumbrados a mirar hacia el pasado y a tomarlo en cuenta, para los cuales morir es solamente abandonar este mundo y habitar en otro, generalmente mejor.
Cada sitio en Guatemala tiene características distintivas cuando llega la fecha de comunicarse con sus muertos. Muchos lo hacen sufriendo y reviviendo el duelo, otros festejando y algunos, incluso, dedicándose a los juegos de azar y embriagándose con las bebidas “conocidas tradicionalmente como clandestinas” como lo son el Súchiles, el Boj o el Caldo de Frutas, especie de licores que se logran por la fermentación de algunos o todos de sus ingredientes.
Algunos llevan mariachis y los más modernos, aparatos de sonido que ponen a todo volumen. Todo tiene el mismo objetivo: Dejar satisfechos a quienes vuelven del más allá, pues se cree que solamente así éstos lograrán el descanso de sus almas. Las comunidades indígenas de Guatemala han incorporado a sus ritos y ceremonias ancestrales, costumbres que llegaron con los españoles en la conquista y la colonización, hace casi cinco siglos.
Muestra de esa mezcla entre lo católico y lo pagano son las ceremonias del Día de Muertos. Se llevan a cabo en todo el país, y aunque tienen el objetivo común de veneración y recuerdo, en cada sitio adquieren matices propios. Año tras año, a fines de octubre, los guatemaltecos instalan en sus hogares un altar. Es el altar de muertos, en cuyo centro colocan las fotografías de familiares fallecidos, y a su alrededor, a manera de ofrenda, ponen agua para que la beban o den mensajes ya que debido a si tiene o no bolitas de oxígeno y cómo estas crean figuras así es lo que los muertos dicen. También se ponen en el altar flores, veladoras, diversos alimentos (por ejemplo, pan y frutas) y algunas bebidas como el aguardiente (hechas de caña de azúcar), o el atole (ésta no alcohólica, a base de frutos como el maíz, habas, y plátano, entre otras y agua).
Otro elemento interesante en la celebración del 1 y 2 de noviembre es lo que se conoce como “adornar a los muertos”. El ritual del altar casero continúa la madrugada del 1 de noviembre, cuando todos los vivos de la familia colocan flores en las ventanas y portales de la casa o simplemente en el altar donde están las fotos. En muchas partes se considera que esas flores deben llevarse inmediatamente al Cementerio porque si se quedan en la casa, por ser propiedad de los difuntos, “sería de mala suerte”.
Los especialistas concuerdan que esta es la manera de comunicarle a las ánimas que son bienvenidas. Sigue entonces el rito de "vestir" las tumbas, lo cual en el interior de la República es algo muy colorido ya que la familia completa se dirige al cementerio y esparce flores a lo largo y ancho de sencillos y pequeños promontorios, sitio donde reposan sus muertos. Dejan coronas de papel encerado en la cabecera de la tumba y después preparan la comida, que consumirán ahí mismo, como una forma más de compartir con los difuntos.
viernes, 21 de octubre de 2011
LOS BARRILETES GIGANTES
DE NUESTRA REDACCION. Son famosos los “barriletes gigantes” de Sacatepéquez. En Todos Santos Cuchumatán, población ubicada a unos 300 km de Guatemala, la capital, sus habitantes celebran el Día de Muertos con música de marimba y quema de cohetones dentro del camposanto. Ellos están seguros de que los muertos participan en el festejo, el cual sigue hasta bien entrada la noche. Donde se vuela barrilete se cree que éste porta mensajes que llegan a los dioses y a la vez es el medio en el cual las almas bajan a nuestro mundo.
En muchos lugares de Guatemala, la fiesta común se vuelve individual cuando cada grupo de deudos se acerca a las tumbas de sus familiares para interpretar aquellas canciones que fueron preferidas por el difunto. Santiago Sacatepéquez es una población situada al este de la capital. Para celebrar el Día de Muertos sus habitantes fabrican barriletes, enormes cometas de papel de china y varillas de bambú que miden hasta seis metros de alto por tres de ancho.
Los días 1 y 2 de noviembre cada familia lleva al campo su propio barrilete y lo hace ondear en el cielo. Es la forma de llamar a los muertos, quienes según el color del cometa identificarán a sus parientes y lograrán unirse a éstos gracias al hilo que sirve como conductor. Cuando el ritual termina, los barriletes son quemados para que los muertos retornen tranquilos a la morada que ahora ocupan. Se cree que si los cometas no se queman, las almas ignorarían que ha llegado la hora de partir, y se quedarían en la tierra, provocando daños en sus deudos, cosechas y animales. Chiantla es otro pueblo que celebra el Día de Muertos de manera peculiar. Cada 1 de noviembre se organizan carreras de caballos, que van del pueblo al panteón, en una especie de competencia entre los vivos y sus antepasados. Los jinetes aseguran sentir la presencia de los muertos cabalgando junto a ellos.
Estas celebraciones han tenido variantes con el tiempo, sobre todo en las cabeceras departamentales que han ido convirtiéndose en grandes urbes y en la ciudad de Guatemala. En ésta “Antes era diferente”, nos dicen los abuelitos cuando recuerdan cómo se celebra el Día de los Santos y de Difuntos en la ciudad de Guatemala hace casi cien años. “Íbamos primero al cementerio a ver a los muertos. Por la tarde nos reuníamos con la familia a comer fiambre que hacía nuestra abuelita. Y más en la tarde se acostumbraba ir al Teatro Capitol o al Palace a ver “Don Juan Tenorio”.
miércoles, 12 de octubre de 2011
OCTUBRE EN GUATEMALA
En la gráfica, el logo de Radio Faro Cultural, fundada el 2 de octubre de 1950.
2 de octubre de 1950 fue fundada Radio faro Cultural.
3 de octubre de 1665 muere en España, Felipe IV, lo cual motivó a que en Guatemala le rindieran honras fúnebres. También muere Fray Francisco Murillo, hombre sabio y virtuoso que dejó escribió un volumen de “Sermones”, notables por su erudición.
3 de octubre de 1708 se realiza la solemne procesión de San Lázaro, llevada a cabo por la cofradía del mismo nombre, implorando protección contra la peste que azota a los pueblos del valle de Guatemala y a los barrios de la ciudad de Santiago.
6 de octubre de 1620 es trasladada la imagen de Nuestra Señora del Socorro, a su capilla del crucero sur de Catedral quitándose del altar mayor donde estuvo desde tiempos más remotos. Se trata de las reliquias más importantes en el Patrimonio Nacional de Guatemala.
8 de octubre de 1762 una corriente destruyó el pueblo de san Miguel Petapa, siendo trasladado a Barillas con el nombre de Pueblo Nuevo de Nuestra señora de la Concepción de las Mesas de Petapa.
10 de octubre de 1762 es destruida por las fuertes lluvias la población de San Miguel Petapa. En la Ciudad de Guatemala, fueron destruidos varios, aterrándose la Iglesia de los Remedios, la cual quedó a la mitad de su altura. Las inclemencias del tiempo llegaron hasta El salvador arruinándose sus avenidas con los derrumbes de sus montes.
13 de octubre de 1648 muere en Guatemala fray Juan Pérez, natural de Andalucía a quien por su ingenio, literatura y raras virtudes se le llamaba “Buenaventura americano”. Algunos autores creen que cuando a nivel popular se hace referencia en Guatemala a Juan Pérez es originado en éste personaje en dichos que lo refieren a sinónimo de cualquier ciudadano.
22 de octubre de 1773 queda terminado el padrón de los habitantes de la ciudad. Los datos son los siguientes
• Parroquia de El Sagrario, 2683 habitantes.
• Parroquia San Sebastián, 4306
• Nuestra Señora de los Remedios, 1209
• Candelaria 846
TOTAL 9044 habitantes
28 de octubre de 1670 en la Iglesia de santo Domingo de Guatemala se celebra con la mayor esplendidez durante nueve días la beatificación de santa rosa de Lima, de las primeras santas de América..
25 de octubre de 1611 inician en nuestra historia los problemas de nepotismo cuando el Ayuntamiento pone en noticia del Presidente, Conde de la Gomera, estar prohibido sean nombrados para el desempeño del cargo de corregidores, parientes del Presidente y Oidores de la Audiencia.
30 de octubre de 1663 el Ayuntamiento de Guatemala acuerda no dar de derecho a avecindarse a los hombres solteros. Los querían a todos casados.
30 de octubre de 1668 se pone la primera piedra de lo que sería el suntuoso edificio de la Catedral del Reino de Guatemala en lo que ahora es la Ciudad de antigua Guatemala.
31 de octubre de 1548 dispone la Audiencia de los Confines, que los encomenderos, menores de edad, puedan tenar a sus servicios escuderos, armas y caballos quedando obligados a la defensa del vecindario de la ciudad de Santiago de Guatemala.