martes, 30 de octubre de 2012

ABUELO BUITRE




COMUNICACIÓN SOCIAL DEL MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTES. Como parte del máximo exponente de los descubrimientos arqueológicos rumbo al cambio de era del 13 B’aktun, se reveló el entierro Real Maya más antiguo de Mesoamérica registrado hasta la fecha. El hallazgo corresponde al entierro No. 2 del parque arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj denominado “K’utz Chman” (Abuelo Buitre). Esto se dio a conocer en conferencia de prensa en el Palacio Nacional de la Cultura. La actividad estuvo presidida por la Directora de Patrimonio Cultural y Natural Yvonne Putzeys, acompañada del Director Administrativo Miguel Orrego y la Coordinadora Técnica Científica del parque arqueológico Tak’alik Ab’aj Arqueóloga Christa Schieber.
 
La directora de Patrimonio comentó: “estamos cambiando la historia con este nuevo e importante hallazgo, en la historia de la humanidad” El descubrimiento de este entierro se realizo a mediados de este año y está localizado en un agujero orientado norte-sur del parque; cavado en la versión preclásico medio de la estructura 6; asimismo el ajuar de este segundo entierro, el cual puede ser el único ajuar bordado con cuentas miniaturas de jadeíta encontrado en Mesoamérica. Además presenta huesos conservados que contienen relativamente pocas vasijas.
 
Takalik Abaj está ubicado en el departamento de Retalhuleu, en donde el encuentro da a conocer que el entierro fue en la época de transición entre la cultura Olmeca y Maya, lo cual lo hace de suma relevancia por pertenecer a una era más temprana de la conocida hasta ahora.
 
A raíz de la continuación de la excavación en torno al seguimiento del contexto de la “Ofrenda Las Muñecas” de Tak’alik Ab’aj descubierta el año pasado, se ha podido encontrar este hallazgo -que bien se puede llamar- el máximo exponente de los descubrimientos arqueológicos del año 2012 del 13 Baktun.
 
El equipo del Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj -después de 10 años de investigación- finalmente ha tenido la suerte de encontrar el segundo entierro real, que es particularmente interesante debido a que el patrón de éste es diferente y es más antiguo que el primero descubierto en el año 2002 (Schieber de Lavarreda 2003). La fecha calibrada de radiocarbono es 2 SIGMA CALIBRACIÓN: Cal 770 a 510 AC (Cal 2720 a 2460 AP -antes del presente); (cortesía del grupo de 40 amigos de arqueología Sr. Thomas Cernikovsky), confirma la fecha 700 a 400 antes de Cristo propuesta basado en los datos estratigráficos y cerámicos (Popenoe de Hatch comunicación personal, agosto 2012). Esta fecha corresponde a la 2da. parte del Preclásico Medio, Fase Nil, que ha sido definido como la época de transición entre las manifestaciones olmecas a maya tempranas en Tak’alik Ab’aj (Schieber de Lavarreda 2008; Schieber de Lavarreda y Orrego Corzo 2010), y sitúa con ello a este entierro al inicio o al amanecer de la era maya, por lo que puede ser considerado el más antiguo entierro real maya con un ajuar tan sofisticado encontrado en Mesoamérica.
 
Este entierro está localizado en un agujero orientado norte-sur cavado en la versión preclásico medio de la Estructura 6, inmediatamente al sur de la “Ofrenda Collar del Ancestro” descubierto también el año pasado (Schieber de Lavarreda y Orrego Corzo 2012). El ajuar de este segundo entierro, que al igual que el primero no presenta huesos conservados, contiene relativamente pocas vasijas, pero las maravillosas seis figurillas femeninas de la “Ofrenda Las Muñecas” (que fue dado a conocer brevemente en una conferencia de prensa el 27 de julio 2011 y recientemente el 22 de agosto 2012), y las asombrosas cuentas miniaturas -centenares de ellas- de jadeita del preciado azul olmeca y verde manzana aún en la posición que indica que estaban cosidas sobre tela o cuero, bordadas en las muñequeras, ajorcas y -más esplendoroso aún- el faldellín o taparrabo. Este taparrabo puede ser el único taparrabo bordado con cuentas miniaturas de jadeita encontrado in situ de Mesoamérica, en donde es posible reconocer el diseño del bordado.

El collar, con cuentas de formas especiales que se parecen a las encontradas en el área olmeca, tiene una pieza central única: una así llamada “figura alada parada” o “hacha con cabeza de pájaro” análoga a las varias que se encuentran en la colección del Museo de Costa Rica (Sharer 1989:265), y una pieza que forma parte de la Ofrenda Masiva del Sitio Cerro de las Mesas (Drucker 1955), situado en el extremo opuesto, en la zona del Golfo de México, dibujando con ello prácticamente la antigua ruta comercial de larga distancia por el Istmo de Tehuantepec y a lo largo de la Costa del Pacífico. Este pendiente retrata una figura humana con cabeza de pájaro, muy probablemente un buitre, que puede representar una temprana versión del título “ajaw”, como se encuentra en el Altar Shook y la Estela 1 del sitio El Portón (Fahsen 2001), y en el Monumento 13 de La Venta (Lacadena García-Gallo 2008), que luego evoluciona hacia las cabezas miniatura ceremoniales de mosaicos de jadeita (Schieber de Lavarreda y Orrego Corzo 2011). Este entierro es de mucha importancia bajo la luz de la conexión con la ruta comercial de larga distancia a lo largo de la Costa Pacífica y el aparente desarrollo sociocultural hacia centros regionales en esta región geográfica, que provee la oportunidad de establecer grados de similitud y/o contrastar diferencias en los rasgos culturales y su difusión.
 
Este hallazgo se remonta a más de 2500 año atrás - al inicio o el amanecer de la era maya -, y puede referirse a uno de los primeros gobernantes mayas de Tak’alik Ab’aj que se puso en la vanguardia y dio el paso de la representación del mundo olmeca a la innovación de la cosmovisión maya temprana. También se le podrá llamar cariñosamente uno de los primeros mayas tempranos con costumbres todavía olmecas.

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