lunes, 12 de agosto de 2013

HOLMUL





POR CESAR CHUPINA. Holmul es un yacimiento arqueológico maya precolombino, localizado en el noreste de la región del Petén, en Guatemala, cerca de la frontera con Belice. El sitio fue visitado con propósitos arqueológicos por primera vez en 1911 -a partir de un reporte generado anteriormente por el antropólogo estadounidense Alfred M. Tozzer que visitó el lugar y lo documentó en 1904-1905-, por un equipo de la Universidad de Harvard, conducido por el arqueólogo Raymond Merwin.

El trabajo original de este equipo produjo la primera estratigrafía a partir de una secuencia de cerámica para un sitio maya en la región. El trabajo fue más tarde continuado por el arqueólogo George Vaillant. Sin embargo, el resultado de la expedición que se hizo para el Museo Peabody de Arqueología y Etnología, no se publicó sino veinte años más tarde y subsecuentemente el lugar no fue sujeto a más investigaciones por un largo tiempo. 

Las excavaciones e investigación se reanudaron en Holmul hasta el año 2000, cuando un grupo de arqueólogos de la Universidad de Boston, organizado por el Dr. Francisco Estrada Belli, volvió a explorar el sitio. Poco tiempo después de este reinicio, el proyecto recibió fondos de la Universidad de Vanderbilt, hasta el 2008, cuando la Universidad de Boston proveyó de recursos nuevamente y se hizo cargo de la exploración. Holmul, como ciudad maya, inició su existencia hacia el año 800 a de C., y fue abandonada 1100 años después, hacia 900 d de C., en la época del colapso de la civilización maya a fines del periodo clásico. Esta cronología hace de la ciudad de Holmul una de las ciudades mayas más longevas desde el ángulo de su ocupación.

Holmul alcanzó su apogeo entre los años 750 y el 900 d. de C., época durante la cual pudo haber tenido considerable influencia en otras poblaciones de la región del Petén. La región de influencia de Holmul es normalmente conocida como el Dominio de Holmul. Un sitio arqueológico cercano a Holmul, llamado La Sufricaya, contiene murales pintados que sugieren un cierto nivel de influencia foránea en el Dominio de Holmul. Esta influencia pudo haberse dado por gente de Teotihuacan o de Tikal. 

El primer caso plantea una hipótesis que pudiera significar implicaciones en el conocimiento de las relaciones entre el mundo maya y los teotihuacanos, especialmente entre los años 300 y 550 d. de C. En virtud de que Holmul fue una de las ciudades mayas abandonadas más tarde, los arqueólogos están interesados en el estudio de los muros periféricos del sitio construidos en los últimos años de habitación de la ciudad. Estos muros también existen en Cival, otra de las ciudades pertenecientes al Domino de Holmul, y podrían sugerir la posibilidad de un asedio final cercano al momento del colapso de las dos ciudades. Las implicaciones reales de esto, se ignoran aún.

El río Holmul se encuentra en el noreste de Guatemala, y fluye a lo largo de la región del Petén hacia la frontera con Belice. Un número importante de yacimientos arqueológicos mayas precolombinos están ubicados en el curso del río tales como Tikal, Nakum, Holmul, El Naranjo, Yaxhá y Witzná. El río Holmul transcurre por una extensión de 120 km, desde la serranía al norte del lago Macanché, donde se origina, hasta la frontera de Guatemala con Belice, en donde cambia de nombre y se le conoce como río Bravo, que finalmente desemboca en el mar Caribe.

Durante el mes de julio 2013, en Holmul, un yacimiento arqueológico maya precolombino, localizado en el noreste de la región del Petén, se dio a luz una pirámide maya del año 600, ricamente decorada con imágenes de dioses y gobernantes y una larga inscripción dedicatoria. El hallazgo fue realizado por el arqueólogo Francisco Estrada-Belli y su equipo, durante la búsqueda de indicios relativos a una tumba encontrada en la temporada anterior. Las investigaciones actuales fueron llevadas a cabo con el aval del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala y financiadas con fondos de la fundación guatemalteca PACUNAM y las fundaciones estadounidenses Alphawood, Maya Archaeology Initiative, National Geographic Society y el aval académico de la Universidad de Boston.

El entierro contenía los restos de un individuo acompañado por 28 vasijas cerámicas y una máscara de madera, lo cual llevó a pensar que pudo haber sido un gobernante o miembro de la elite de esta ciudad; sin embargo, indicios relativos a su identidad y las circunstancias históricas en las cuales vivió fueron proporcionados por el reciente descubrimiento del friso decorativo en el edificio asociado a la tumba.

El friso o relieve estucado se extiende por 8 metros de largo y 2 metros de alto en la parte superior del edificio rectangular a unos 10 metros arriba de la plaza. La composición incluye tres personajes principales vistiendo ricos atavíos de plumas de quetzal y jade, sentados sobre cabezas de monstruos witz (cerro). El personaje central se identifica como Och Chan Yopaat por los signos jeroglíficos en su tocado y en el texto debajo de su imagen. Desde la boca del monstruo central se desprenden serpientes emplumadas de las cuales emergen los ancestros y cerros laterales. Entre ellos están las figuras de dos dioses ancianos, otorgándole al personaje central un objeto identificado por un signo jeroglífico como “primer tamal”. Arriba de los personajes corre una banda de símbolos astrales conocida como ‘banda celestial’ que indica que las figuras representadas se encuentran en el mundo celestial de dioses y ancestros.

El Friso de Holmul representa la imagen de dioses y gobernantes divinizados y da sus nombres. El texto dedicatorio abre una ventana sobre una fase muy importante en la historia de la época Clásica, comparte el investigador. La inscripción se compone de unos 30 signos jeroglíficos en una banda que corre en la base de todo el relieve. El texto, de difícil lectura por su antigüedad, fue descifrado por Alex Tokovinine epigrafista de la Universidad de Harvard y colaborador de este proyecto de investigación. Tokovinine afirma que el edificio fue dedicado por Ajwosaj, rey de la vecina ciudad de Naranjo y vasallo del poderoso Reino Kan. Además, se afirma en la inscripción que Ajwosaj “puso en orden” una serie de dioses locales y un posible gobernante local, llamado Och Chan Yopaat, “el rayo entró al cielo”. 

Este texto afirma muy claramente algo que antes solamente podíamos suponer. Se sabía que Holmul en el siglo quinto tuvo relación con Tikal junto a la llegada de guerreros teotihacanos al área maya. Sucesivamente, suponíamos que Holmul había entrado en la esfera de influencia de Naranjo, la cual había sido involucrada en guerras y alianzas en contra de Tikal, encabezadas por el Reino Kan. Pues ahora este texto, nos cuenta de una forma muy explícita que Naranjo intervino de una forma directa para establecer una dinastía más aliada al Reino Kan en un centro como Holmul, tan cercano a Tikal (35 km) durante la fase inicial de la época de conflictos con Tikal, en el sexto y séptimo siglo de nuestra era. En el lugar ya se había encontrado el entierro de un individuo acompañado por 28 vasijas cerámicas y una máscara de madera. Sin embargo, los indicios relativos a su identidad de gobernante, así como las circunstancias históricas en las cuales vivió, fueron obtenidos tras el último descubrimiento aquí comentado.

Francisco Estrada-Belli es un arqueólogo guatemalteco, doctor de arqueología de la Universidad de Boston, actualmente afiliado como docente de la Universidad de Tulane y como investigador en la Universidad de Boston y en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, EEUU. Desde el año 2000 dirige el Proyecto Arqueológico Holmul que reúne un equipo de profesionales y estudiantes de arqueología y disciplinas afiliadas como la biología, ecología y geología. Es autor de numeras publicaciones científicas sobre la cultura maya y del libro “First Maya Civilization: Ritual and Power before the Classic Period” (Routledge, Londres, 2010). En 2011 fue nombrado Explorador oficial por la National Geographic Society.

Además de sus actividades como investigador y docente académico, el Dr. Estrada-Belli se dedica a preservar y difundir el conocimiento de la cultura maya en el mundo a través de publicaciones multilingüe para niños, a través de la organización sin fines de lucro Maya Archaeology Initiative de la cual es cofundador. Según publicaciones de los medios de comunicación escritos de Guatemala, Belli explicó que encontró, junto a un equipo multidisciplinario de investigadores, una pirámide que data del año 600 dC, decorada con imágenes de dioses y gobernantes, así como una larga inscripción que revela su contraposición a Tikal, capital de uno de los reinos más poderosos de los antiguos mayas. El arqueólogo explicó que aproximadamente en 1910 se encontró Holmul, sin que nunca se realizaran estudios profundos del lugar. Fue en 2000 cuando decidió liderar, cautivado en primera instancia por indicios relativos a una tumba, un proyecto de investigación.

En Internet podemos encontrar el documento presentado por los profesionales Francisco Estrada Belli, Judith Valle, Chris Hewitson, Marc Wolf, Jeremy Bauer, Molly Morgan, Juan Carlos Pérez, James Doyle, Edy Barrios, Ángel Chávez y Nina Neivens en el XVII Simposio de Investigaciones  Arqueológicas en Guatemala, 2003. El mismo se titula “Teledetección, patrón de asentamiento e historia en Holmul, Petén”. ENLACE AQUI

Interesante porque no solo nos habla de Holmul y su importancia Arqueológica sino evidencia la tecnología con la cual se trabaja actualmente para legar al patrimonio mundial en general y de Guatemala en particular legados como el descubrimiento monumental que aquí hemos comentado. El Proyecto Arqueológico Holmul es un proyecto de enfoque regional que pretende contribuir a un mayor entendimiento sobre el desarrollo de las instituciones estatales de la sociedad Maya antigua, a  través del estudio del desarrollo histórico y la organización espacial de la ciudad de Holmul y de sus  áreas poblacionales.

La importancia de Holmul se debe a las excavaciones de Raymond Merwin en  1911, las primeras llevadas a cabo con métodos científicos en el área Maya, que demostraron un  desarrollo de arquitectura ceremonial sin interrupción desde el Preclásico hasta el Clásico Terminal  Un componente muy interesante de la secuencia de Holmul es el componente  Protoclásico, el cual merece mayor estudio, definiéndose por dos tumbas en el Grupo II y una cantidad  pequeña y muy discutida por los especialistas de hallazgos en un área entre Belice y el noreste de Petén  Las tumbas Protoclásicas de Holmul sugieren un inicio precoz de la actividad dinástica en  Holmul, en una época al menos 200 años antes que las primeras inscripciones de las Tierras Bajas. Así, un estudio del área ceremonial de Holmul puede aclarar las pautas de desarrollo de instituciones de poder desde la época Preclásica al Clásico Temprano. 

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